Buscar este blog

jueves, 23 de febrero de 2012

El sentido del humor: clave en tu liderazgo

El sentido del humor: clave en tu liderazgo

Muchas veces se ofrecen pautas para aprender a ser un buen líder. Estos compendios sobre el buen hacer del empresario suelen dar algunos consejos para la gerencia efectiva y productiva de un negocio, pero en su mayoría suele tratarse de una especie de decálogo de conductas, de requisitos y de cualidades que todo empresario debe poseer si desea que su negocio llegue a buen puerto.

¿Quiere decir esto que sin esas cualidades una idea emprendedora está avocada al fracaso? No, ni mucho menos. Se trata de generalizaciones en el ámbito de la conducta derivadas de “lo que la mayoría hace”.

Por eso, sumándonos a estas generalizaciones, aportamos una nueva cualidad deseada, aunque no indispensable, en la buena gerencia del liderazgo empresarial: el buen humor. Si bien no es una de las cualidades más importantes, el buen humor en un líder presenta una seria de valores positivos que no debiéramos desdeñar. La alegría, el desparpajo y las ganas de vivir son sensaciones que, por su fuerza y por su energía, suelen verse reflejadas en las acciones de la persona que las siente. De ahí que un líder que derroche buen humor en su trabajo cosechará mejores y más beneficios que uno que no lo haga.

Pero veamos pormenorizadamente cómo incide el buen humor en la calidad del liderazgo empresarial. Según un estudio de Robert Half International, el 84 por ciento de los “directivos considera que los trabajadores que tienen un buen sentido del humor se revelan como mucho más productivos y eficientes”. Esa es la principal razón por la que cualquier líder debería incorporar el buen humor en su empresa como una clave más de su identidad corporativa.

Entre los beneficios que presenta el bueno humor en el puesto de trabajo destacan la reducción del estrés, la mayor facilidad para lidiar con problemas o el aumento de la creatividad, entre otros. Pero, ¿cómo se puede incorporar el bueno humor en el trabajo?

¿Cómo incorporar el buen humor en el trabajo?

La página web de información para pymes MuyPymes ha hecho una relación de las pautas a seguir que garanticen un cauce para el bueno humor en cualquier entorno empresarial.

Encuentra la alegría de vivir. Haber encontrado la “alegría de vivir”, como lo llama la web, es vital para poder hacer del bueno humor nuestro estandarte. Esto se consigue, simplemente, tratando de tomarnos las cosas desde un punto de vista positivo, intentando sonreír más, viendo siempre el vaso medio lleno, huyendo de los malos rollos y afrontando los problemas como lo que son: problemas susceptibles de ser solucionados.

Descubre qué es lo que te hace reír. Nadie te conoce como tú mismo, así que busca en tu interior qué es lo que te hace reír, lo que te da alegría, y trata de rodearte de todas esas pequeñas o grandes cosas que consiguen sacarte una sonrisa.

Usa tu propio material. A parte de rodearte de todo ese “kit del cómico”, deberías tratar de crear tu propio material, es decir, crear situaciones y aprovecharte de los acontecimientos alegres que te ocurran en tu vida cotidiana. Trata de rememorar frecuentemente anécdotas divertidas que te hayan pasado o de las que hayas sido testigo. Aquí también entrarían esos momentos que mientras los vives, no le ves la gracia, pero piensas “algún día echaremos la vista atrás y nos reiremos con todo eso”. No olvides incorporar estos “materiales” a tu labor profesional, incluyendo comentarios en las presentaciones, etc.

Comprende a tu audiencia. Hay que estudiar la reacción de la audiencia ante lo que estamos diciendo, por lo que es bueno testarla con algún comentario graciosos, para ver si se ríen y se muestran receptivos. También es bueno saber en qué casos nuestra audiencia no admite ese tipo de banalidades, trazando una línea que no debemos traspasar si queremos causar una buena impresión en ellos. Cabe señalar que el saber estar es una de las reglas básicas en cualquier presentación, por lo que saber cómo comportarse en cada momento es vital. MuyPymes señala que “si estamos a punto de decir o hacer algo cuyo "sentido del humor" nos parece "cuestionable", lo mejor es no hacerlo. Está bien ser gracioso y divertido, siempre que seamos capaces de no herir sensibilidades. Una buena forma de dilucidar si "podemos o no" decir algo, es plantearnos el siguiente "test mental" antes de decirlo: ¿Se lo podrías decir a tu madre? ¿Te molestaría si tú fueses el objeto de dicho chiste o burla? ¿Es fácil de entender por casi todo el mundo?”.

Aprende a reírte de ti mismo. Suele decirse que uno no podrá tener un verdadero sentido del humor si no sabe reírse de sí mismo. Y es totalmente cierto. Saber aceptar las bromas, las críticas positivas y lidiar alegremente con nuestro sentido del ridículo es lo mejor que nos puede pasar para alcanzar el grado de bueno humor del que hablamos. Por tanto, un buen líder debería ser capaz de hacer reír a los demás, y esto pasa por saber reírse de si mismo en determinadas circunstancias. En cualquier empresa se producen este tipo de circunstancias a diario, así que es mejor afrontarlas con humor que con vergüenza. De esta forma, conseguirás no sólo sentirte bien tú mismo, sino que harás que los demás también se sientan mejor y que tengan una percepción de ti muy diferente a “lo que se espera de un jefe”.

No obstante, trata de no olvidar qué posición ocupas en la empresa, pues pasarte de gracioso o mostrarte excesivamente coloquial puede difuminar las barreras de la jerarquía y del respeto. ¿Ya sabes cómo incorporar el buen humor en tu negocio?

Fuente: MuyPymes

No hay comentarios:

Publicar un comentario